Los alimentos, además de nutrirnos, tienen un papel social y cultural. A ellos se encuentran ligadas las costumbres que van marcando los diferentes acontecimientos del año y que, de una forma u otra definen, qué alimentos y/o preparaciones deben comerse. Ese es el caso de la Semana Santa en Guatemala, la cual es colorida y llena sabores. La Semana Santa sabe a bacalao a la vizcaína, a empanadas de manjar de leche de la tía Sonia y torrejas (torrijas) … Huele a corozo, a mirra y a incienso. En mi mente persiste el recuerdo las procesiones de la zona 1, con sus calles decoradas con alfombras de colores hechas de aserrín[1] y el calor de la época. En Semana Santa siempre hace calor.
La comida de Semana Santa es un buen ejemplo del mestizaje de culturas “la comida de Cuaresma y Semana Santa presenta elementos tanto prehispánicos como occidentales, a raíz de una celebración aportada por estos últimos” [2] Así, entre las preparaciones de estas fechas encontramos el refresco de chilacayote y los tamalitos de viaje, ambos de origen prehispánico, los cueles se combinan a la perfección con recetas de ascendencia española como el bacalao (envuelto en huevo o a la vizcaína), torrejas, empanadas y dulces, preparaciones que datan de la época de la colonial.
El historiador Salvador Montufar nos recuerda[3] que según la tradición de la religión católica, durante la Semana Santa no se debía realizar trabajo alguno a partir del Miércoles Santo, incluyendo la preparación de alimentos. De esa cuenta y, partiendo que en aquel entonces no existía la refrigeración, las preparaciones para dichos días debían facilitar la conservación de los alimentos. De allí nacen preparaciones como el curtido, que es una ensalada de verduras frescas que se conserva –“se curte”- gracias a la acción del vinagre o bien, la utilización de pescado seco para elaborar recetas como bacalao envuelto en huevo o a la vizcaína.
Como todas las comidas tradicionales, no existe una receta única para preparar cada plato. Cada familia añade, de generación en generación, su propio sabor, trucos y secretos.
Para mi, la Semana Santa de este año ha sido diferente… Gracias a Maya Rodríguez, este año mi Semana Santa tuvo sabor a Guatemala… Para los días de Semana Santa Maya preparó un delicioso bacalao a la vizcaína, suave y delicioso, elaborado con paciencia y mimo. Y por si fuera poco, también hizo un curtido de verduras delicioso… ambos guardando los saberes de su familia. Gracias Maya!.
Y para Ustedes… ¿Qué sabor tiene la Semana Santa?
Créditos:
Recetas elaboradas por Maya Rodríguez, Semana Santa 2014
Fotos – Enmiplato
[1]La Real Academia de la Lengua Española sólo reconoce el término serrín como correcto. Pero en Guatemala, de forma coloquial se usa aserrín.
[2]La Hora. Celso Lara. http://www.lahora.com.gt/index.php/nacional/guatemala/reportajes-y-entrevistas/89081-comidas-tradicionales-de-cuaresma-y-semana-santa
[3] Especial de Semana Santa. El periódico. 2012. http://www.elperiodico.com.gt/templates/especiales/semanasanta2012/gastronomia.html